¿Cómo vivir si no se desea seguir la moral de la sociedad acerca de la manera en que ella ve, como debe proyectarse hacia un “futuro” el ser humano?
Es que la sociedad impone las normas de juego, se debe aceptar como tal.
Pero se debe ser consciente, si es que se puede, de que la sociedad reprime y sofoca lo diferente, mas allá de cualquier moral, reprime.
“El hombre de la cultura es un neurótico”, porque reprime sus instintos fundamentales….
Freud nos hablo de esto, Nietzsche nos hablo también, y así entre tantos otros.
Pero ¿Por qué reprimirse? ¿Por qué no tener libertad de consciencia y escapar?
Me gusta decir y soy fiel creyente de que somos el alter ego de Sísifo, aquel mortal condenado a subir una pesada piedra por una montaña hasta dejarla caer, para volver a subirla. Así eternamente, una condena lanzada por los Dioses, claro, pero;
“Hay que imaginarse a Sísifo dichoso. “, nos plantea Albert Camus en su mito…
Eso es lo más triste de todo.
¿Qué condena tan brutal se ha lanzado al ser humano más que la condena de la moralidad social como única y natural, impuesta y proyectada ante sus ojos…?
Más allá del régimen moral, más allá de de lo que se dispone lo natural como tal, mas allá de cualquier convicción que no sea la de hacer huella cada palpito de voluntad, mas allá del camino observable, hay que descarrilar y lograr crear en cada paso nuestra verdad, como única. Tenemos que acechar el día a día, debemos, ante todo, ser enemigos del tiempo inerte que corre, en ese en el que estamos atados, debemos ser enemigos de lo que se dispone como única realidad, debemos ser enemigos si queremos ser libres aunque estemos maniatados, debemos ser enemigos y escapar como si un sueño fuese y no la pesadilla de cada día.
Una consciencia critica, subjetiva, siendo lo que queremos ser con nuestra verdad colgada en el cuello debe ser nuestro fuerte acto de voluntad, creando nuestra verdad para imponerse ante lo naturalizado.
Aunque esto sea muy dificil de lograr...
\Corvuss/
Es que la sociedad impone las normas de juego, se debe aceptar como tal.
Pero se debe ser consciente, si es que se puede, de que la sociedad reprime y sofoca lo diferente, mas allá de cualquier moral, reprime.
“El hombre de la cultura es un neurótico”, porque reprime sus instintos fundamentales….
Freud nos hablo de esto, Nietzsche nos hablo también, y así entre tantos otros.
Pero ¿Por qué reprimirse? ¿Por qué no tener libertad de consciencia y escapar?
Me gusta decir y soy fiel creyente de que somos el alter ego de Sísifo, aquel mortal condenado a subir una pesada piedra por una montaña hasta dejarla caer, para volver a subirla. Así eternamente, una condena lanzada por los Dioses, claro, pero;
“Hay que imaginarse a Sísifo dichoso. “, nos plantea Albert Camus en su mito…
Eso es lo más triste de todo.
¿Qué condena tan brutal se ha lanzado al ser humano más que la condena de la moralidad social como única y natural, impuesta y proyectada ante sus ojos…?
Más allá del régimen moral, más allá de de lo que se dispone lo natural como tal, mas allá de cualquier convicción que no sea la de hacer huella cada palpito de voluntad, mas allá del camino observable, hay que descarrilar y lograr crear en cada paso nuestra verdad, como única. Tenemos que acechar el día a día, debemos, ante todo, ser enemigos del tiempo inerte que corre, en ese en el que estamos atados, debemos ser enemigos de lo que se dispone como única realidad, debemos ser enemigos si queremos ser libres aunque estemos maniatados, debemos ser enemigos y escapar como si un sueño fuese y no la pesadilla de cada día.
Una consciencia critica, subjetiva, siendo lo que queremos ser con nuestra verdad colgada en el cuello debe ser nuestro fuerte acto de voluntad, creando nuestra verdad para imponerse ante lo naturalizado.
Aunque esto sea muy dificil de lograr...
\Corvuss/
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